"No hay pan en la panadería de don Eduardo, su proveedor no llegó con la harina, el pedido que había hecho el día anterior por Internet, no fue registrado, la red hoy no sirvió y mientras don Eduardo reniega del nuevo sistema se dirige a la calle trece a comprar como siempre el bulto de harina; son las 9:30 am y el panadero debe irse a cumplir otro turno. Hoy no hay pan en la panadería de don Eduardo."
Sufrimos de esquizofrenia multidimensional epistémica, esto es, en un mundo en donde se utilizan conceptos comodín, que valen por todo, a su vez pierden sentido en el uso y se recrean según el contexto. En el aula, se habla desde la inteligencia, desde lo valorado, desde aquello que debe ser, y todo surgimiento de discursos “bárbaros” es reprimido, tachado o sancionado. Parece entonces que hay unos protocolos que se deben cumplir, pero, en los sujetos, se gestan otras comprensiones, que sin duda omiten la etiqueta y formalidad que se vende en la escuela. Veamos el ejemplo del concepto video, que en su significado es un sistema de grabación y reproducción de imágenes, acompañadas o no de sonidos, mediante cinta magnética, pero los jóvenes lo utilizan como un mecanismo de referencia ¿Cuál es su video?, (Que traduce: ¿Cuál es su discurso?, ¿Cuál es su postura? ¿Qué piensa?) pero también se utiliza como verbo “Usted se envideó” (que traduce: Se llenó de prejuicios, está malinterpretando…) también es un adjetivo calificativo: “Juan es un video” (es divertido o problemático). Por las redes de comunicación dadas por la Internet, los chateadores utilizan la expresión “VDO” refiriéndose a video, volviendo a resignificar ya la compleja resignificación dada al uso y a la idea de video; ya hay emoticones que representa la expresión video, y ahí se funde entonces el concepto de herramienta al de un instrumento y a las aplicaciones de necesidades comunicativas de los usuarios, es decir al sentido del uso desde el lenguaje.